jueves, 27 de noviembre de 2014

¿La adicción a Internet es real o solo un mito?

En el documental “Web Junkie” realizado por los cineastas Shosh Shlam y Hilla Medalia, los espectadores son introducidos al campamento Daxing Boot, un centro de rehabilitación en Beijing que se especializa en tratar a jóvenes adictos a Internet. El tratamiento dentro de  Daxing es exhaustivo, incluso, rígido, los jóvenes tienen que pasar horas dedicadas a terapia familiar, conferencias, ejercicios de calistenia y aislamiento. Sin embargo, esta enfermedad para los psicólogos y médicos no es un tema nuevo en China o en cualquier parte del mundo.
En 2005 la “La revisión de la Investigación sobre la adicción a Internet”, escrita por Chien Chou, Linda Condron y John C. Belland en la revista Educational Psychology Review, señaló que, “aunque no existe una definición estandarizada de la adicción a Internet, hay un reconocimiento entre los investigadores de la existencia del fenómeno. Algunos son más vulnerables que otros.”
En un artículo de 2001 en GPSolo, una publicación de la American Bar Association, Kimberly Young, una psicóloga clínica y directora del primer instituto de formación y tratamiento de ciber-trastornos en los Estados Unidos esbozó las profundidades de la adicción a Internet, y cómo algunos abogados son particularmente vulnerables.
Los jóvenes comienzan con una advertencia sobre “Donald”, un abogado que inició visitando páginas de entretenimiento para adultos para relajarse, hasta que su obsesión lo llevó a cancelar citas, faltar a su trabajo, perder casos e ignorar a su familia. Finalmente, Donald tocó fondo y logró admitir que era adicto.
El impacto del “desorden” en todo el mundo se puede ver en los cientos de casos de divorcio, batallas de custodia, y los litigios penales, dice Young; algunos adictos van tan lejos que presentan reclamaciones de incapacidad contra ex empleadores para proporcionarles acceso a su “droga digital”.
De acuerdo con Young existe nueve preguntas para averiguar si eres un adicto. Aquí te mostramos las tres principales:
1. ¿Ha mentido a otros para ocultar tu grado de participación en Internet?
2. ¿Utilizas Internet como una manera de escapar de los problemas o sentimientos de desesperanza, culpa, ansiedad o depresión?
3. ¿Ha experimentado fatiga visual, tensión en la espalda, o el síndrome del túnel carpiano debido a que utilizas Internet?
También existen técnicas para luchar contra la adicción:
  • a) Utiliza ayudas externas tales como un reloj despertador o un reloj de arena para recordar cuando es el momento de desconectarte.
  • b) Utiliza la cuenta de Internet de otra persona para aumentar la responsabilidad de las acciones en línea
  • c) Encuentra nuevos lugares para utilizar el Internet que sean más públicos y visibles
  • d) Cultiva nuevas actividades o intereses que te llevan lejos de la computadora

Nicola Johnson, uno de los detractores de la adicción a Internet y profesor titular de la Facultad de Educación de la Universidad de Monash en Australia y autor de “La multiplicidad de Adicción a Internet,” sostiene que el concepto de adicción a Internet es engañoso, y que solo es necesario distinguir entre dependencia y adicción. Indica que algunos podrían depender de Internet como una forma de ocio y comunicación, pero su uso de la web carece de la conducta destructiva y las consecuencias de otras adicciones como es el juego.
Hablar de la adicción, dice Johnson, también puede dejar de vista los beneficios de ésta, es decir, la adquisición de conocimientos y la comunicación a larga distancia. “El análisis histórico nos ha enseñado como a la llegada de la radio o la televisión las predicciones negativas también resultaron exageradas,” concluyó.

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